Sindicatos brasileños marcharon contra el aumento de aranceles impuesto por EEUU
La Confederación de Servidores Públicos anunció que mantendrá su postura de resistencia ante lo que califica como «intentos de chantaje» a las instituciones democráticas del país.
Organizaciones sindicales y sociales brasileñas realizaron masivas protestas el pasado 1° de agosto en diversas ciudades del país, rechazando el aumento del 50% en aranceles a productos brasileños impuesto por EE.UU. y las sanciones a miembros del Supremo Tribunal Federal.
«Brasil es de los brasileños. Nadie va a intervenir en nuestros asuntos», declaró Sergio Arnoud de Fessergs durante la protesta en Porto Alegre. Las manifestaciones, que incluyeron quema simbólica de bandera estadounidense en Brasilia, denunciaron lo que califican como «intento de desestabilización económica y política» por parte del gobierno de Trump.
Defensa de la democracia y soberanía nacional
En São Paulo, el Sindicato de Servidores Públicos (Sispesp) alertó sobre el impacto que el «tarifazo» podría tener en la economía local y en los trabajadores. Mientras, en Belo Horizonte, la Fesmig destacó que las medidas afectarían especialmente las exportaciones brasileñas y el desarrollo nacional.
Las protestas unieron a diversas centrales sindicales que coincidieron en rechazar lo que consideran una «interferencia inaceptable» en asuntos internos, particularmente en procesos judiciales como el caso del expresidente Bolsonaro. Los manifestantes exigieron respeto a la autonomía de las instituciones brasileñas.
La CSPB anunció que mantendrá su postura de resistencia ante lo que califica como «intentos de chantaje» a las instituciones democráticas del país.
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